jueves, 12 de diciembre de 2013

Albúminen

Hace unos años, estando en un mini concierto de Travis, mi hermana y yo sufrimos lo que a partir de ese momento sería llamado el "efecto albúmina"...

Para los que no sepan de qué va la cosa, la electroforesis es un método para separar moléculas en función de su carga eléctrica. Se pone un polo positivo, uno negativo, un soporte donde poner la mezcla y se conecta a un campo eléctrico. Sirve para separar, por ejemplo, proteínas. La albúmina es una proteína y corre que se las pela por el campo eléctrico, migrando a velocidad mucho más alta que otras proteínas.

Después de este apunte nerd, en el que seguro que he metido la pata unas cuantas veces, vamos al tema.

El efecto albúmina: dícese de la persona, durante un concierto, que migrará desde una punta de la sala hasta colocarse enfrente de ti en menos de lo que canta un gallo. Y será una de las más altas. La migración suele ser en horizontal, derecha-izquierda o izquierda-derecha. No se descartan migraciones en vertical, pero no son tan habituales.

Viviendo en Holanda el efecto albúmina no sólo se ha multiplicado, sino que ha crecido exponencialmente. Afortunadamente, la altura del sujeto en cuestión no (pero casi).

Y todo esto para decir que el sábado pasado fui a ver por vez primera a mis adorados Depeche Mode, me busco un sitio majo para verlos, y antes de que empiecen los teloneros se me planta un vigardo de 2 metros justo delante.

Y entonces me muevo un metro más a la izquierda, y entre los empujones, que llega el tío de la mochila-barril de cerveza (lo que no tengan los de Heineken...), que me muevo un poco por aquí, llega otro tiarrón y se me pone delante.

Cagontó.

Y entre canción y canción, todos sufrimos un poco de electroforesis y acabé viendo algo más...

Let's have a Black celebration...

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