domingo, 13 de mayo de 2012

Mi primera focaccia ¡chispas!

Después de unos cuantos fines de semana de pisar la casa para dormir y poco más, este por fin ha sido de más relax. En casita, limpiando, haciendo recados... y cocinando.

Me ha dado por experimentar y mi compañera de piso se presta como cobaya cuando se trata de comida. Después de hacer mi arroz X delicias (verduras/atún/marisco, según lo que haya en la nevera ese día) me he puesto a buscar por internet.

Y he acabado en una receta de focaccia. Como en la nevera no había tomates secados pero sí un bote de aceitunas de los de la cesta de navidad aquella mexicana-con-vasos-de-flores, pues focaccia con orégano y aceitunas.

Lo mejor de hacer masas es lo mucho que desestresan. Qué paliza le das a la harina hasta que todo se mezcla. Que si puñetazos, que si ahora la tiro contra la encimera, ahora saco el rodillo del Ikea (joder, qué buena compra hice) y la extiendo. Creo que para la oficina me voy a llevar un pegote de masa, mejor que cualquier monigote antiestrés :D

En fin, que tras pasar por el horno mi focaccia estaba lista y aromatizaba la cocina con un delicioso olorcito. Mmm. Y aquí está, tarán:

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