sábado, 7 de abril de 2012

Varicela holidays (II)

Bueno, aquí seguimos en el día... espera, que tengo que ver el calendario... vale, quinto día ya. En fin, que aquí seguimos en el quinto día post diagnóstico, aburrida como una ostra. Afortunadamente esto ya no pica y se está secando, pero sigo sin poder salir, ya no solo por la vergüenza de que me vea así la gente, sino porque sigo siendo infecciosa. Aunque la verdad es que ayer llamaron a la puerta y pensando que sería una amiga abrí sin preguntar y resultó ser el de los contadores. Querido señor de Liander (empresa que lleva esas cosas): si usted no había pasado la varicela, sepa que en unos 10 días empezará a sentirse como una mierda y a los 2-3 días se llenará de manchitas rojas. Lo siento en el alma.

Mis días los dedico a: ver Érase una vez, The Wire, leer un libro, cambiar de postura en el sofá para que no se me duerman las piernas o pies (o culo), jugar con la gata, ver como la gata duerme, ver cómo la gata mira por la ventana cómo el gato de los vecinos se da un garbeo, jugar a juegos del facebook, leer el periódico.

Y hablando de leer el periódico, esta mañana he leído que Alicia Silverstone (la que hacía de Bat girl en ese chiste de película que fue Batman y Robin con George Clooney de Batman) se dedica a dar de comer a su hijo como si fuera un pájaro, esto es, regurgitando.

¡¡¡QUE AJJJJJCOOOOO!!!

Pero quién puede comer así, con lo mal que huele la saliva. Venga, que todos lo sabemos: la saliva huele mal. Esas veces que estornudas y se queda el olor de las babas, buaaaggg, o peor: esas veces que alguien distinto estornuda y huele. O que has usado una cucharilla en la taza antes de meterla al microondas, dejas la cuchara en la boca, la sacas... En fin, que no pretendo ponerme escatológica, pero coño, que esa comida tiene que dar asco comérsela. Con babas, calentorra, maloliente, joder, que se me está revolviendo el estómago.

Y así seguro que pillas la varicela, fijo.

Y no, así no la pillé yo.

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