domingo, 8 de abril de 2012

¡¿Pero qué es esto?!

Que son más de las nueve y media de la noche y ahora se ponen los vecinos a dar martillazos y golpes y están con una herramienta eléctrica no identificada (o HENI, uy, debiera haber buscado un acrónimo más gracioso). Debe ser que no han tenido día suficiente o que mañana no es día libre en Holanda.

Creo que son los mismos que otro domingo a las once de la noche se pusieron a hacer otra cosa en la pared que compartimos.

En serio, ¿estoy en Holanda? Pensaba que estas cosas no pasaban, que eran respetuosos y esas cosas. Lo típico de "si haces ruidos fuera de hora en vez de tener a tus vecinos llamándote la atención directamente tendrás a la policía", igual que pasaba en Alemania, que más de una vez a la residencia se presentó una pareja de policías para que bajáramos el ruido en las fiestas en la residencia.

Pues nada, que no. Que ya me pasó en la otra casa donde vivía que un domingo (¿por qué siempre los domingos?) a las diez de la noche mientras intentaba ver la tele se pusieron a hacer algo en la pared (sonaba como si arrastraran algo contra ella) a tal volumen que poniendo la tele a tope no conseguía oírla. Y estaba ya en pijama. Así que esa vez me dije: si a las once no han parado me presento en su puerta en pijama y todo. Pero a las diez y media pararon. Ellos se perdieron la performance.

El problema ahora con estos vecinos es que no sabemos cómo llamar a su puerta. Porque no tenemos ni zorra de cómo entran en casa. Es una casa entre casas. Y aparentemente, sin puerta.

Menos mal que estoy de vacaciones varicélicas y me da igual que se tiren de obras hasta las mil. Bueno, no, que la pared de mi habitación da contra ese lado. Hummm.

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