viernes, 2 de diciembre de 2011

¡¡Fuiii!!

Do You Love Me by The Contours on Grooveshark

Este año he vivido mi primera actividad para crear equipo. Después de casi 3 años, no es mala media, jaja. Después de mucho discutir (que llevábamos desde antes del verano para ver qué hacíamos) y de pasar por, entre otras cosas, wadlopen (que es cruzar andando desde el "continente" a las islas Frisias cuando baja la marea), visita al casino y grabar nuestra propia película, a Justyna se le ocurrió un workshop de splash painting con una cena de tapas en un restaurante cubano. Que además se ajustaba al presupuesto de 100 euros por cabeza y así el controler del departamento no nos prohibía la actividad, jaja.

¿Qué es eso del splash painting? Antes hay que ponerse en situación, por supuesto. Ahí tenemos a 14 personas con:
1. Ropas viejas debajo de un mono de papel XXL de color azul como ese que te dan cuando vas a visitar una granja, y con una capucha que hace que parezcas un condón,
2. Una mascarilla para mantener el olor lejos y
3. Unos zuecos.

Estábamos ideales de la muerte, una pena que lo primero que nos dijera el pintor fuera que para no partirnos la crisma mejor sin zuecos y con zapatos viejos. Pero para la foto todos con zuecos y la capucha puesta, ande va a parar!

Una vez en situación, volvamos al qué es splash painting. Pues resulta que te ponen un lienzo en el suelo y tiras pintura encima. Pero no de cualquier forma, hay que hacer capas para que haya profundidad y un mogollón de cosas más que no me acuerdo porque estaba escuchando a medio gas. Cuando me pasen alguna foto del cuadro ya la pondré.

El hombre nos dividió en 2 grupos y me tocó con un todo holandeses incluyendo al jefe. Nos tiramos como 10 minutos para elegir los 3 colores que íbamos a usar y encima elegimos mal... cogemos verde y magenta y resulta que no se podían poner juntos porque daban color caca. Bieeen. Pues a quitar el magenta con un trapo y echar amarillo por encima. Al final el resultado quedó guay porque el verde y el amarillo al extenderlos cogieron tonillos como de rojo. Y a tirar pintura. Todos pusimos nuestro chorrete de pintura y el jefe nos dio su opinión y nos animó. Sin tirar el pintura. Como buen jefe, supervisando y animando.

Después de como una hora con aquello, el hombre nos dijo que era hora de terminar. Y se quedó con chorretes verdes, amarillos, negros y uno grande rojo.

En el otro grupo estuvieron también de marcha y cuando terminamos el hombre nos dijo que se quedaba los cuadros para secar. Nos hicimos más fotos, ya todos con medallas de honor por el mono, las manos, hasta alguna con el pelo manchado.

Y de ahí para el restaurante a zampar. Yo no diría que fueran tapas ni que todo fuera auténtico cubano. Pero al menos estaba to mu rico. Eso sí, me quemaron en una oreja con una fuente de barro. Así que puedo afirmar que la comida estaba calentita.

Tapas. Todos sabemos lo que son, pero aquí no lo tienen demasiado claro, y además de estar obsesionados con el concepto tapa, ponen cosas que no son. Porque a ver, ¿una fuente con chuletas de cordero son tapas? ¿brochetas de carne con albaricoques y salsa de yogur? ¿albóndigas?

El día que descubran los pintxos no sé qué será de ellos...

PD. Fuii: lo que supuestamente había que decir al intentar hacer rayas verticales tirando la pintura con los dedos. Ni qué decir tiene que nuestro lienzo NO tiene de eso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario